La cosecha del Buriti, una tradición conservada

En el centro del paisaje de Veredas, en el corazón de Brasil, se encuentra una gran y elegante palmera, la Buriti. Su nombre significa "la que contiene agua" porque crece cerca de ríos y riachuelos. Considerada la palmera más bella que existe, sus hojas en forma de abanico reflejan las aguas que la rodean. Sus racimos cargados de fruta se anidan en la parte superior y requieren cierta agilidad para su recolección. De hecho, los recolectores deben subir y bajar utilizando las anchas hojas de Buriti como paracaídas para aterrizar suavemente en el agua.

El Burití se utiliza entero: las hojas para los techos de las casas y la fruta para la cocina. La pulpa dorada de la fruta se usa en la preparación de caramelos, mermelada, gelatina y incluso helados. También se extrae de ella un aceite rojizo, utilizado tradicionalmente para calmar las quemaduras.

Una fruta con Múltiples Beneficios


El Buriti es una de las principales fuentes naturales de betacaroteno, una sustancia que se convierte en provitamina A para nuestro organismo. Este tipo de carotenoide actúa como un importante antioxidante que ayuda a combatir los radicales libres, responsables del envejecimiento celular prematuro. Así, el Buriti ayuda a frenar el fotoenvejecimiento de la piel.

Hay varios atributos que hacen del Buriti una fruta especial, pero quizá el más sorprendente sea su capacidad para restaurar la piel de los daños causados por el sol. El aceite de buriti protege contra los rayos ultravioleta y tiene propiedades hidratantes que devuelven la humedad a la piel expuesta al sol, devolviendo la suavidad a las zonas secas y aliviando el enrojecimiento de cualquier quemadura.

La alta concentración de ácidos grasos de la fruta ayuda a proteger el colágeno de la piel, mejorando su elasticidad. Los beneficios son numerosos, incluso para el cabello, ya que el aceite de Buriti hidrata, fortalece, suaviza y reduce la sequedad del cabello expuesto al sol.

¿Cómo se obtiene el aceite de Buriti?

Para extraer el aceite del Burití, las comunidades que conservan el bosque pelan y retiran la pulpa de la fruta. De los restos de pulpa seca procede el aceite puro. Extraemos el aceite puro de Burití sin usar sustancias químicas, conservando así su pureza, la diversidad de los componentes y su potencia.

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