5 consejos para cuidar tu piel antes y después de una sesión deportiva
Limpiar e hidratar la piel son dos pasos esenciales para un perfecto ritual de belleza.
La práctica de un deporte es un hábito saludable porque proporciona al cuerpo una sensación de relajación y bienestar. ¿Cómo cuidar bien la piel después de una sesión deportiva? El secreto es pensar en tu piel antes y después del entrenamiento. En efecto, tu epidermis sufre durante el ejercicio a causa de la transpiración, que puede dañar los tejidos que la constituyen y causar irritación o incluso acné. Aquí tienes algunos sencillos gestos para integrar en tu rutina de cuidados diarios antes y después de un entrenamiento:
1. Mantener la piel bien limpia
Antes de comenzar, es importante que la piel esté libre de restos de maquillaje, pues si los poros están obstruidos, es difícil que el sudor se evacúe de forma natural, lo que promoverá la irritación e inflamación de los granos y espinillas. Si entrenas por la mañana, basta con lavarte bien la cara con un limpiador adecuado; por la noche, puede ser necesario limpiar a fondo la piel, en particular utilizando una loción tónica.
2. Elige ropa que facilite la transpiración
Evita los pantalones y las camisetas demasiado ajustados, así como los tejidos que retienen la humedad, ya que impiden que tu piel respire correctamente. Después de la actividad física, lo mejor es quitarse lo antes posible la ropa en la que se haya transpirado: mantenerla puesta durante demasiado tiempo bloquea la respiración de la piel y cierra los poros.
3. Bebe mucha agua
La transpiración es una reacción natural muy importante de nuestro cuerpo durante el ejercicio físico, pero también implica una consecuente pérdida de agua. Esta deshidratación del cuerpo también puede dañar nuestra piel dejándola desprotegida y, por lo tanto, es más probable que se reseque. No solo tu piel requiere una atención específica en cuanto a su nivel de hidratación, sino también todo tu cuerpo.
4. Date una ducha rápida
Si sudas mucho durante el ejercicio, te aconsejamos darte una ducha rápida con agua tibia y con un gel de ducha hidratante justo después, sobre todo si tienes obligaciones a continuación y, por lo tanto, no dispones de tiempo para otros cuidados. ¡De esta forma, te aseguras de que tu cuerpo está limpio e hidratado sin perder tiempo!
5. Convierte la hidratación en un deber
Después de la ducha posterior al ejercicio, recuerda hidratarte la cara y el cuerpo. Aplica una crema hidratante cuando tu piel todavía esté húmeda, efectuando movimientos circulares desde el cuello hasta los pies. Para tu rostro, una vez limpio, tonifica e hidrata la piel. A medida que se evacúa, la transpiración no solo ayuda a eliminar las impurezas, sino que también elimina parte de la hidratación natural de la piel, que es necesario restaurar después.
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