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Desde siempre, las diferentes culturas han atribuido al aguaun poder misterioso. Bañarse es más que lavarse el cuerpo. También significa liberarlo de impurezas y otorgarle poderes mágicos, asociados con la belleza, el placer, la felicidad... El baño siempre ha envuelto algo sagrado y mágico, especialmente cuando se asocia con los poderes de las plantas. En la tradición de las religiones afrobrasileñas (el batuque y la jurema en el norte, o el candomblé y la umbanda en todo
Brasil) los baños de hierbas lavan, curan, fortalecen; otros descargan, alejan el peligro, traen buena suerte. El ariaché, el amacis y el abô se usan para lavar el cuerpo, la casa, los tambores y las piedras sagradas, las piedras utilizadas para consultar
el destino guardado por Ifá. Se acuerda que uno se baña desde los hombros hasta los pies, mientras que los collares y las piedras se sumergen durante 16 días en un baño de hojas sagradas.Los poderes mágicos también están presentes en la tradición del baño perfumado delnorte del país. Preparado para el día de San Juan, también tiene una función protectora y trae buena suerte. El pachuli, la madera de angola, las semillas de cumarú, las raíces de priprioca, el jazmín, el sándalo, el cedro, la vainilla, son algunas de
las plantas amazónicas utilizadas en la receta del baño perfumado, el "aroma perfumado" de Pará, que tiene el poder de alejar la mala suerte y el mal de ojo y traer felicidad. Para prepararlo, hay que macerar todas las plantas y hervirlas en agua hasta
que el aroma se separe del líquido que, después, debe colocarse en un lugar tranquilo. Se recomienda tomar un baño a medianoche y no secarse el cuerpo con una toalla. Si las devociones de junio son cristianas, y si el baño perfumado de San Juan se asimila
a los baños de los lugares de culto del batuque y la jurema, las historias sobre las hierbas utilizadas en su preparación son ciertamente indígenas.
La alegría del baño brasileño
El banho, el momento de la ducha, es un verdadero ritual en Brasil. De hecho, con el clima tropical cálido y húmedo, los brasileños están acostumbrados a ducharse con frecuencia, ¡hasta 3 veces al día! Pero para ellos, el banho se extiende mucho más allá de la ducha, es casi una filosofía en sí misma cuidar el cuerpo para refrescarlo y purificarlo con el banho.Cuando se acerca el verano, esta necesidad de frescor también se siente en casa en Europa, ¡y podemos aplicar fácilmente el método brasileño para transformar nuestra ducha diaria en un auténtico banho!
Primer paso
En primer lugar, ponte de buen humor. Naturalmente, la ducha debe ser útil para estar limpio, pero es ante todo un momento de relajación, ¡de evasión! Las fragancias típicas brasileñas son perfectas para transportarte a un mundo exótico al instante: Maracujá, o fruta de la pasión, Castanha, o nuez de Brasil, Cacau o incluso Pitanga, una pequeña fruta exótica estriada y ácida o Mate Verde. ¡Cada ingrediente te garantiza una experiencia única! Y cada textura: crema untuosa, gel fresco o también exfoliante, te aportará un bienestar específico.
Segundo paso
Sobre la piel húmeda y bajo la ducha, para las que tienen prisa o las que buscan una relajación intensa, ya puedes hidratar tu piel con un aceite de ducha trifásico o con un cuidado hidratante de ducha que se aclara. No hay necesidad de aplicar crema después, ya estás sutilmente hidratado. También puedes aplicar una crema hidratante como complemento, para una hidratación aún más intensa.
Toque final
Para prolongar este momento de bienestar y frescor, perfúmate con una fragancia ligera, típicamente brasileña, como los Frescores. Solo cerrando los ojos, ¡podrás relajarte con el frescor y el exotismo!