El limpiador es uno de los productos más importantes en tu ritual de cuidado de la piel. Elegir el producto adecuado ayuda a evitar alergias, a limitar la sequedad de la epidermis e incluso a prevenir el envejecimiento prematuro.

Para el cuerpo

Joana explica que las fórmulas de los limpiadores corporales tienen una acción limpiadora más potente y producen más espuma porque fueron diseñadas específicamente para la ducha. Fabricados en la Amazonia con ingredientes derivados de la biodiversidad local, los jabones sólidos Natura Brasil son una referencia en este campo.

Para las manos

Los productos específicos para las manos tienen el mismo poder de limpieza que los productos para el cuerpo, pero con una mayor concentración de agentes emolientes y suavizantes para evitar la sequedad. Para esta parte del cuerpo, una de las opciones es el jabón sólido cremoso Ekos Ucuuba. Como no contiene un agente antibacteriano que, cuando se usa en exceso desequilibra las defensas naturales de la piel, se puede utilizar en cualquier momento.

Para el rostro

Según nuestro responsable de desarrollo de productos, al elegir un jabón facial, es preferible optar por productos que incluyan sustancias más suaves en su fórmula, ofreciendo una limpieza delicada a tu piel.

Pero no te dejes llevar por la creencia común de que solo los geles limpiadores son adecuados para la cara. La textura de un producto no te permite saber si está recomendado o no para esa parte del cuerpo, sino su pH.

Si bien es cierto que los geles suelen tener una fórmula más suave que contiene sustancias adecuadas para el rostro, también hay espumas limpiadoras que son igual de convenientes, como la Espuma Limpiadora de la gama Natura Chronos.

¿Cuanta más espuma, mejor se lava?

Es bastante común pensar que cuanta más espuma produce el jabón, más eficaz es. Sin embargo, esta asociación de ideas es un mito.

Hay fórmulas muy suaves que limpian eficazmente la piel más sensible y que no crean nada de espuma. Es especialmente importante encontrar la fórmula que mejor se adapte a tu piel.

Cuidado con el agua caliente

El agua caliente hace que las moléculas de las impurezas sean más solubles. De esta forma, facilita la limpieza con jabón. Pero cuidado con la cara. La temperatura no debe ser demasiado alta para no dañar la capa superior de la epidermis y así eliminar su protección natural.